¿Puedo tener artritis reumatoide?

¿Qué es la artritis reumatoide (AR)?
 

Es una enfermedad que afecta primordialmente las articulaciones del aparato musculoesquelético. Causa inflamación (hinchazón), dolor y limitación en la función de las articulaciones, y sin un tratamiento adecuado y oportuno puede causar deformidad y discapacidad irreversibles. Es un padecimiento crónico degenerativo e incurable. Es controlable con el uso de los medicamentos y el manejo adecuado de la enfermedad.
 

La AR se considera una enfermedad autoinmune, lo que significa que el mismo sistema inmunológico es el responsable del proceso inflamatorio en las articulaciones y en ocasiones, en otras partes del cuerpo.
  

Ocurre en aproximadamente una de cada 200 personas por lo que no es un padecimiento raro. Es más común en el género femenino, afectando cuando menos a tres mujeres por cada hombre.
 

¿Qué causa la artritis reumatoide?

La causa es desconocida; aunque no se considera de carácter hereditario, sí existe una predisposición genética para desarrollarla. De forma interesante, recientemente se ha identificado al tabaquismo no sólo como factor predisponente sino también de gravedad.
 

¿Qué síntomas causa la artritis reumatoide?
  

Los principales síntomas son dolor e hinchazón de las articulaciones como las manos, muñecas, codos, hombros, caderas, rodillas, tobillos y pies. La presentación de la enfermedad es variable por lo que la localización y la cantidad de las articulaciones afectadas, así como el grado de inflamación de las mismas, puede ser diferente en cada caso. Puede haber rigidez o entumecimiento articular que son peores por las mañanas y mejora en el transcurso de varias horas durante el día.
 

¿Ataca únicamente a las articulaciones?

No, en realidad es una enfermedad sistémica, es decir que puede dañar otros órganos o tejidos. Entre algunas de estas manifestaciones llamadas extra articulares, están la fiebre de bajo grado, el malestar general y la fatiga. Puede ocurrir anemia por disminución en la producción de glóbulos rojos.
 

En la piel, pueden aparecer tumoraciones benignas sólidas conocidas como nódulos reumatoides. No es extraña la resequedad de la piel, ojos, boca y vagina, lo que se conoce como síndrome de Sjögren secundario. En ocasiones, puede inflamar diversas partes de los ojos. Se pueden hinchar las cubiertas del corazón y del pulmón (pericarditis y pleuritis respectivamente). En raras ocasiones se pueden inflamar los vasos sanguíneos generando una condición conocida como vasculitis.
 

¿Cómo se diagnostica?
  

El médico después de un interrogatorio, la exploración física en la que se debe corroborar inflamación articular y apoyado con estudios de laboratorio y de gabinete como rayos X, puede realizar el diagnóstico. Debido a que varias enfermedades reumatológicas pueden causar síntomas similares a los de la AR, es importante que se consulte a un médico especialista en reumatología para que el diagnóstico y el tratamiento sean los adecuados.
 

¿Cuál es el tratamiento?
  

El objetivo de éste es aliviar los síntomas de dolor y rigidez articular, controlando la inflamación a largo plazo para evitar la deformidad e incapacidad funcional. Los antiinflamatorios y analgésicos, pueden ayudar a controlar los síntomas pero no modifican el curso de la enfermedad por lo que no previenen la destrucción articular ni la invalidez.
 

El médico también puede recomendar el uso de medicamentos derivados de la cortisona a dosis bajas para controlar el proceso inflamatorio. A diferencia de los analgésicos y los antiinflamatorios tradicionales, la cortisona y sus derivados si han demostrado ser de utilidad para prevenir el daño articular, pero debido a sus efectos adversos, no deben ser usadas como terapia única y la dosis debe ser reducida gradualmente en semanas o meses y si es posible suspenderla cuando la enfermedad esté dominada.
 

Para controlar la AR de fondo y prevenir el daño articular, es necesario utilizar fármacos modificadores de la enfermedad (FARMEs) y estos no funcionan de una forma tradicional, ya que actúan lentamente en el cuerpo disminuyendo la inflamación.
 

Los medicamentos para tratar la artritis reumatoide son eficaces y en general seguros, pero son de uso delicado y su administración requiere de vigilancia médica y muy frecuentemente de estudios de laboratorio para asegurar que no existan efectos adversos.
 

¿Qué son los medicamentos biológicos?
  

Si la inflamación no cede adecuadamente, el reumatólogo puede recomendar el uso de un nuevo tipo de medicamentos conocidos como “biológicos”. Estos fármacos están fabricados mediante biotecnología y son esencialmente proteínas diseñadas para interferir, ya sea con la cascada inflamatoria, con la respuesta inmunológica o eliminar cierto tipo de células del sistema inmunológico.
  

¿La cirugía puede ayudar a pacientes con AR?
 

Es una alternativa para aquellos pacientes en los que existe una articulación persistentemente inflamada a pesar del tratamiento, o bien cuando existe inestabilidad articular y especialmente en aquellos pacientes en los que el daño en la rodilla o cadera es avanzado, ya que estos pacientes pueden beneficiarse de un reemplazo articular (prótesis de rodilla o de cadera) o bien, de una intervención quirúrgica preventiva o de reconstrucción de las muñecas, manos o dedos.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *